La costa de Biarritz se tiñó de azul a favor de los presos vascos

Crónica

Cadena humana en Biarritz

Desde el Hôtel du Palais hasta la Roca de la Virgen, 3.000 personas se unieron para formar una cadena en la que cada eslabón ayuda a crear una paz duradera para Euskal Herria. Llamadas por Bake Bidea y los Artesanos de la Paz, personas de todo Euskal Herria reivindicaron "Orain presoak!"

El lema «Orain presoak» recordó que afrontar el problema de los presos es necesario para avanzar en el proceso de paz

La Justicia Transicional, reivindicada por todos los políticos y miembros de la sociedad civil que estuvieron presentes ayer

La reanudación del diálogo con el Gobierno y los últimos acercamientos se toman como buenas señales que pueden continuar
Rodeadas de turistas y bañistas, en un tramo de 1,3 kilómetros, esas cerca de 3.000 personas reclamaron el final de la política de excepción impuesta a los presos políticos vascos, como paso hacia una paz duradera. En la costa bañada por el sol, los visitantes se paseaban por esa ciudad que en algunos momentos parece encontrarse más en la Costa Azul que en Euskal Herria, pero los participantes en esta cadena humana no se despistaron y llevaron su reivindicación de lado a lado de la localidad que entre el 23 y el 26 de agosto acogerá el G7.

La ciudad, iluminada en estos momentos por los focos de la política global, es un escenario para hacer llegar mensajes al Gobierno francés, pero también al Gobierno español, e incluso a la comunidad internacional. Es por ello que fue la escogida para acoger la movilización de ayer, y también el foro a favor de la conviviencia que se celebró el viernes, en el que participaron víctimas de ambos lados del conflicto y personalidades internacionales implicadas en la resolución de conflictos. Esto última acto, también organizado por los dos movimientos de la sociedad civil.

Durante algo más de un cuarto de hora se oyeron varias txalapartas que con su sonido mostraron el camino de la cadena, creando así un espíritu reivindicativo que se acompañaba a veces de gritos de “Euskal presoak etxera”. Un sonido que, junto a las imágenes y fotografías, se enlazaba con el azul de los chalecos, tendiendo a su vez manos blancas a los estados para avanzar juntos hacia la paz y la convivencia.

Como manda la escarpada costa biarrota, las personas que participaron en la cadena subieron y bajaron cuestas y escalones que llevaron la reivindicación hasta la famosa Roca de la Virgen. La otra punta se encontraba en el Hôtel du Palais; allí se reunieron decenas de personas que acompañaron con su nombre la reivindicación de las ciudadanas y ciudanos anónimos. Entre ellas había políticos, sindicalistas, artístas, deportistas, y por supuesto miembros de movimientos y asociaciones, que al igual que los organizadores trabajan a favor de la paz.

Junto al artesano por la paz Mixel Berhokoirigoin y la presidenta de Bake Bidea Anaiz Funosas estuvieron, entre otros, Agus Hernán, portavoz del Foro Social Permanente; Patricia Velez portavoz de Etxerat; y Arantza Aldezabal y Mikel Casado, de Orain Presoak.

Una vez más, el plural abanico político de Ipar Euskal Herria se sintió concernido en la construcción de la paz, y decenas de cargos electos se convirtieron en parte de la cadena: el alcalde centrista de Baiona y presidente de la Mancomunidad Vasca, Jean-René Etchegaray; el alcalde socialista de Hendaia, Kotte Ecenarro; Alice Leiciagueçahar, consejera regional de los Verdes; Alain Iriart, alcalde abertzale de Hiriburu; Sylviane Alaux, exdiputada del PS; Iker Elizalde, concejal abertzale de Hendaia; Lucien Betveder, alcalde abertzale de Lekorne y presidente del Biltzar...

Al igual que centenares de los participantes, también repesentantes políticos de Hego Euskal Herria se acercaron a Lapurdi; por citar algunos, Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu, y Rufi Etxeberria y Kizkitza Gil de San Vicente, de Sortu.

Personas de diferentes ámbitos de la sociedad también quieron mostrar su apoyo y su implicación en el proceso; a modo de ejemplos, el cantante Peio Ospital, el pelotari Bixintxo Bilbao, el cura Mikel Epalza, Olivier Doyhenard (del sindicato ELB) y Eñaut Aramendi (LAB)... se sumaron a la movilización. Y obviamente muchos expresos, entre ellos David Pla.

- Mensaje final.

Una vez pasado el tiempo concedido a la cadena humana, las miles de personas se fueron reuniendo en el enclave central, la plaza del Casino municipal. Poco a poco, las personas que según su procedencia geográfica habían sido situadas en diferentes lugares del recorrido se fueron juntando. En lo alto de la plaza, en el escenario natural que ofrece la pendiente, tomaron la palabra los alcaldes de Biarritz y Baiona y los representantes de los movimientos organizadores.

Michel Veunac, consciente del altavoz que supone en estos momentos su ciudad, recordó la tamborrada que tuvo lugar el viernes en el mismo lugar. La manifestación de Seaska que reunió a 5.000 personas reivindicó apoyo del Gobierno francés a la enseñanza en euskara. Veunac subrayó que tanto el mensaje del viernes como el de ayer tienen como objeto llegar a París. Y añadió que esos niños y niñas que el viernes recorrieron las calles de la ciudad se merecen un futuro en paz.

Etchegaray, por su parte, recordó que durante la visita que realizó el presidente Emmanuel Macron a Biarritz en mayo, tanto él como Veunac hicieron llegar el mensaje de la necesidad de la implicación del Gobierno francés en el proceso de paz. Incidió en que, si bien se han dado algunos movimientos por parte del poder judicial y del Gobierno, todavía quedan muchos pasos por dar.

Para finalizar el acto tomaron la palabra Funosas en euskara y Berhokoirigoin en francés. Incidieron en que para que se pueda avanzar en el camino de la paz, ha de hacerse de manera equilibrada sobre los dos elementos que constituyen el proceso: por un lado, el reconocimiento de todas las víctimas, y por otro y la solución para las personas presas.

La mención a Xistor Haranburu, Jakes Esnal, Jon Kepa Parot, y su hermano Unai Parot, que llevan ya más de 30 años en prisión, fue el momento más emotivo del discurso, al que los oyentes replicaron con aplausos. Recordaron que la resolución del tribunal que decidirá sobre la libertad condicional de Haranburu se dará a conocer el 5 de julio, y añadieron que esperan que se trate de una decisión positiva. Finalizaron nombrando los valores necesarios para la convivencia: la verdad, el respeto, los derechos humanos y la democracia.

(Idoia Eraso, Gara)