Portugal, un blanco estratégico de la extrema derecha (Boaventura De Sousa Santos)

Director emérito del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra

Varios acontecimientos recientes han llegado para revelar señales cada vez más perturbadoras de que el internacionalismo de extrema derecha intenta transformar a Portugal en un blanco estratégico. Entre ellas, destaca la tentativa reciente de algunos intelectuales de jugar la carta del odio racial para dar testimonio de las divisiones de la derecha y de la izquierda y así influir en la agenda política, en la reunión internacional de los partidos de extrema derecha en Lisboa y, en simultáneo, en la huelga del recién creado Sindicato Nacional de Transportistas de Materiales Peligrosos.

Varias razones concurren a este respecto. Portugal es el único país de Europa con un gobierno de izquierda durante una legislatura entera que se aproxima a un proceso electoral en donde no hay ninguna presencia parlamentaria de partidos de extrema derecha. ¿Será Portugal tan importante para merecer esta atención estratégica? Es importante, sí, porque desde la perspectiva de la extrema derecha internacional Portugal representa el flanco por donde ella puede atacar a la Unión Europea (UE). El objetivo central es, pues, destruir la UE y hacer que Europa regrese a ser un continente de estados rivales donde los nacionalismos puedan florecer y las exclusiones socio-raciales sean más fácilmente manipulables en el plano político.

Para la extrema derecha internacional la derecha tradicional desempeña un papel muy limitado para este objetivo, si consideramos que ésta fue durante mucho tiempo la fuerza motora de la Unión Europea (UE). De ahí que sea tratada con relativo desprecio –por lo menos para aproximarse– por su propio vaciamiento ideológico, tal como sucedería en España. Las fuerzas de izquierda, al contrario, son fuerzas a neutralizar.
Para la extrema derecha las izquierdas tienen que darse cuenta de que la UE –con todas sus limitaciones, que durante mucho tiempo fueron razón suficiente para que algunas de ellas fueran antieuropeístas– hoy es una fuerza de resistencia contra la corriente reaccionaria que avasalla al mundo.

No se puede esperar de la Comunidad mucho más que la defensa de la democracia liberal, pero ésta corre más riesgos de morir democráticamente sin la UE que con la UE. Y las izquierdas saben por experiencia que serán las primeras víctimas de cualquier régimen autoritario. Quizá recuerden que las diferencias entre ellas siempre parecerán más importantes cuando son vistas desde el interior que cuando las ven sus adversarios. Por más que socialistas y comunistas tuviesen visiones distintas entre ellos en el periodo posterior a la Primera Guerra Mundial, cuando llegó Hitler no consideró que existieran diferencias que mereciesen diversos tratamientos: los liquidó a ambos.

No es relevante cómo ven las izquierdas sus diferencias: eso es lo que ellas piensan. La extrema derecha uniformiza las izquierdas y sobre esa base se mueve. ¿Quién la mueve? Lo hacen las fuerzas nacionales e internacionales. Las diferencias son varias y sólo parcialmente se sobreponen. Para sorpresa de algunos, la política internacional de Estados Unidos (EU) es una de ellas: EU es hoy un defensor condicional de la democracia, pues sólo la protege en la medida en que ella es funcional a los intereses de las empresas multinacionales estadunidenses. La razón principal es la rivalidad entre EU y China, que está condicionando profundamente la política internacional. La confrontación entre los dos imperios –uno decadente y otro ascendente– exige un alineamiento incondicional de los países aliados de cada uno de ellos en su zona de influencia. Una Europa fragmentada será un conjunto de países sobre los cuales fácilmente se pueda ejercer presión o naciones irrelevantes (Alemania es el único que exige una atención especial).

Más que nunca son los intereses económicos los que dominan la diplomacia. Así, según la BBC del 9 de agosto, los tuits del presidente Trump traducidos a lenguas chinas tienen más de 100 mil seguidores entre disidentes chinos que consideran a este mandatario un defensor de los derechos humanos. Y es cierto en tanto ocurre en el contexto de China y porque sirve a los intereses de la guerra contra ese país. No es casualidad que Pekín culpe a EU de la ola de protestas en Hong Kong. Pero Trump no tiene credibilidad como defensor de derechos humanos entre los venezolanos, sujetos a un embargo cruel y devastador que la Organización de la Naciones Unidas considera violatorio de las garantías fundamentales y de una grosera violencia.

La extrema derecha cuenta con tres instrumentos fundamentales: el aprovechamiento de la protesta social contra las medidas de gobiernos considerados hostiles; la búsqueda de idiotas útiles y, en caso de autoridades más a la izquierda, maximización de las dificultades de gobernanzas derivadas de ciertas coaliciones. En el primer caso, tal vez sirva como ilustración la huelga del Sindicato de Transportistas; este tipo de paro puede tener efectos tan graves que desmoralicen a cualquier gobierno. Es común que los sindicatos sepan eso: negocian fuerte y al mismo tiempo saben hasta donde pueden ir para no poner en cuestión intereses vitales de la ciudadanía, y esto es lo que ha hecho este sindicato. Asimismo, es llamativamente sospechoso el lenguaje radicalizado del vicepresidente del gremio ("dejó de ser un derecho laboral para ser una cuestión de honra") dicho por un personaje considerado como un ángel protector de sindicalistas descontentos.

La historia no se repite, pero nos obliga a pensar. El gobierno democrático socialista de Salvador Allende, hostilizado por las élites locales y por EU, sufrió su crisis final después de huelgas de sindicatos de distribuidores de combustibles debido, precisamente, a la paralización del país y a la imagen de ingobernabilidad que reflejaba. Supimos, años después, que la estadunidense CIA había estado muy activa detrás de esas huelgas.

Los idiotas útiles son aquellos que, con las mejores intenciones, juegan el juego de la extrema derecha, aunque no tengan nada que ver con ella. Cito dos casos. Cuando se realizó la primera huelga del sindicato portugués mencionado, algunos ingenuos sociólogos comenzaron a disertar sobre el nuevo tipo de sindicalismo no ideológico, exclusivamente centrado en los intereses de los trabajadores. El contraste implícito era con la CGTP (Confederación General de los Trabajadores Portugueses), esa sí considerada ideológica y al servicio de oscuros intereses antidemocráticos. Si leyesen un poco más acerca de los movimientos sindicales del pasado, sabrían que –en muchos contextos– la proclamación de ausencia de ideario político fue la mejor arma para introducir ideas políticas contrarias a los trabajadores. Pero los idiotas útiles pueden aparecer donde menos se espera. Un sindicalista que hasta hace poco admiré, Mario Nogueira, se comportó a cierta altura como idiota útil al transformar las reivindicaciones de los profesores en motivo legítimo para demandar la dimisión del gobierno de izquierda apoyado por el partido al que él pertenece. Este radicalismo que confunde el árbol con la floresta sirve, objetivamente, a los intereses desestabilizadores de la extrema derecha.

Por último, la extrema derecha sabe aprovecharse de todas las divisiones entre las fuerzas de izquierda, sabe ampliarlas y usar las redes sociales para crear algunas ilusiones a partir de medias verdades. La primera es que la mayoría de los militantes y de anteriores dirigentes del Partido Socialista (PS) son de la opinión que el PS siempre se relacionó mejor en alianzas con la derecha (lo que es falso); no le gusta el radicalismo de izquierda (que nunca definen) y que, de todos modos, liberados de los radicales, su izquierda fácilmente tendría la mayoría absoluta (lo que es improbable). La segunda es que iguales fracturas existen en otros partidos de izquierda, ansiosos por regresar a sus esquinas de oposición y cansados de hacer concesiones en las coaliciones (lo que en parte es verdad).

Las fuerzas de izquierda en Portugal han dado testimonio de un notable buen sentido que dificulta las maniobras de la extrema derecha. Si van a seguir por este camino o si se rendirán a las presiones internas y externas es una cuestión que queda abierta.

(Traducción de Ruben Montedónico, La Jornada)

Cori Bush: "Los supremacistas atacaron mi auto". Líder emergente de la izquierda demócrata en Estados Unidos

Dice que llegará al Capitolio como lo hizo Alexandria Ocasio-Cortez, sin donaciones de corporaciones ni de bancos

Es mujer, afroamericana, demócrata, con un apellido asociado a políticos blancos y republicanos. Cori Bush combina su trabajo de enfermera con el activismo social. Con 43 años, esta pastora cristiana es una de las nuevas caras del ala más progresista del Partido Demócrata, la que apoya al precandidato presidencial Bernie Sanders para los comicios de 2020. El año pasado Cori Bush compitió en la interna de su partido en el primer distrito de Missouri para ocupar una banca en el Congreso. Tres meses antes de la votación tuvo un accidente de tránsito. Eso le quitó posibilidad de hacer campaña visitando a los vecinos y que la conocieran con su mensaje de que se pueden hacer cambios en el día a día de la gente. “Cuando las personas ven mi nombre piensan que soy un hombre blanco republicano. Me ganó Lacy Clay, el hijo de un político demócrata histórico, todo el mundo lo conoce y es afroamericano: los votantes de mi distrito no quieren a un blanco republicano” afirma de visita en Buenos Aires invitada por la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) para participar de conferencias en la UBA y la UMET.

Bush adelanta que volverá a enfrentar a Clay en las próximas legislativas. Se toca el tatuaje de una flor que se asoma por su escote mostrándose convencida de que llegará al Capitolio como lo hizo la también candidata alternativa y no financiada por corporaciones ni bancos, Alexandria Ocasio-Cortez, en Nueva York. “Junto a Ocasio- Cortez pensamos que todos deben tener derecho a la educación. Que todos tengan acceso a una cobertura de salud. Dicen que porque queremos eso estamos más a la izquierda. Me llamaron comunista, socialista. Y yo solo quiero que la gente tenga calidad de vida” A ambas se las puede ver en el documental “Knock Down The House” (“A la conquista del Congreso” en Netflix) acerca de cuatro mujeres que deciden ser candidatas sin el apoyo del establishment.

Bush creció en un hogar demócrata: su padre participó de la política local toda su vida en St. Louis, Missouri. Se identifica con el ideario de “un partido de la diversidad, la inclusión, por los derechos de los trabajadores” . Por otro lado, admite que “es más difícil que la gente apoye a una mujer negra y sin estar casada porque no la ven con respeto. Hay gente que no nos quiere en puestos de liderazgo, cree que no somos las más calificadas. Me dijeron que me tenía que alisar el pelo, que mi piel era muy oscura para las fotos. La comunidad blanca lo decía. Gente común de la comunidad blanca, incluso del partido”.
De todos modos, se muestra entusiasta de que en el futuro pueda hacer cambios en el día a día de la gente del consevador estado Missouri.

Cori Bush lideró las protestas en Ferguson tras el asesinato en 2014 de Michael Brown, un caso de gatillo fácil de un policía blanco contra un joven afrodescendiente que disparó el movimiento "black lives matter" o "las vidas de los negros son importantes", que se convirtió en un fenómeno de las redes sociales.

“Trato de mantener a mis hijos adolescentes a resguardo porque mi vida está bajo amenaza. Es peligroso. Los supremacistas blancos atacaron mi auto, tuve amenazas de muerte, le dispararon al auto”.

No hubo justicia para la familia de Michael Brown. Desde los medios mintieron sobre el perfil de la víctima recuerda Bush. Por eso ella cofundó la plataforma "Ferguson telling the truth" (Deciendo la verdad) sobre Ferguson), porque la policía reprimía a los manifestantes y los medios solo contaban el relato oficial.

“Los medios más importantes mentían. Y mentían sobre la historia de Michael Brown. Decidimos contar la verdad con una plataforma nacional para que las familias tengan fotos, web page, hicimos transmisiones en Facebook live”.

La gente está envalentonada por atacar a los afroamericanos, verbal y físicamente a causa de la retórica divisiva y racista de Donald Trump, sostiene Bush. “Ellos creen que está bien porque ven al presidente reírse, los autoriza. Trump dice que al que no le gusten sus políticas, que se vuelva a su país. La cuestión es que yo no soy inmigrante. tengo ancestros africanos, vinieron como esclavos, pero soy estadounidense. ¿A qué país vuelvo?. No tiene sentido. No tengo un país donde volver. El continente es Africa. De mi lado materno, hubo violaciones de franceses. Tengo sangre francesa en mis venas”.

En su distrito la mayoría afroamericana es víctima de racismo, y también de gatillo fácil. “No creo que las armas en la calle sean la solución, pero los vecinos necesitan defenderse. Estoy por la prohibición de venta de armas de asalto, militares, las que causan más muertos. Que no haya armas militares en las calles.”, sostiene en medio de un creciente pedido de organizaciones sociales para que en Estados Unidos haya una regulación sobre la compra libre de armas.

Otro debate que se da en su país tiene que ver con el avance conservador sobre el derecho al aborto. El rol de pastora cristiana no interfiere en su defensa del aborto legal.

En Missouri aumentaron las restricciones a la interrupción del embarazo. Un tema que preocupa a esta madre soltera de dos hijos adolescentes. “Creo que la mujer tiene el derecho de decidir sobre su cuerpo. Penalizar y controlar lo que hacemos con nuestros cuerpos es parte del patriarcado que tiene que cambiar. Cuando Trump ganó la presidencia los republicanos también ganaron en Missouri: decidieron atacar los derechos de las mujeres y quieren cerrar clínicas de aborto y prohibir el acceso al aborto. Lo tratan como un tema religioso. Dicen `somos pro vida` pero para mí eso no es pro vida. Eso sería interesarse por la vida del recién nacido, que tenga comida, cobertura médica. Ellos no quieren garantizar ese bienestar, no les importa que pasará con ese bebé”. Bush enfatiza “soy cristiana, pastora cristiana y creo que no debemos mezclar nuestras visiones religiosas con las políticas de Estado”. Y les envía un mensaje claro a las mujeres argentinas que portan pañuelo verde, pañuelo que ella ahora tiene: “Sigan luchando, sigan movilizándose”.

(Mercedes López San Miguel, Página 12)

Aborto: médicas y médicos contra la clandestinidad. Lanzaron la campaña "Salvemos miles de vidas"

Profesionales de la salud de hospitales públicos y privados comparten testimonios de casos reales en afiches callejeros y videos que circulan en las redes. “El aborto clandestino existe, que no lo veas, no quiere decir que no suceda”, señalan al tiempo que advierten sobre la desinformación en torno a la interrupción del embarazo

“Ana llegó muy grave al hospital. Sí, al rato murió”, dice el tocoginecólogo Marcelo Guida. La frase y su cara son parte de la campaña “#SalvemosMilesdeVidas” que lanzaron esta semana profesionales de la salud en vía pública en distintas ciudades del país, aunque no en Ciudad de Buenos Aires, y en redes sociales con el lema “El aborto clandestino existe”.

La campaña apunta a concientizar --con la información que han recogido en base a su experiencia en hospitales públicos-- sobre las consecuencias de la criminalización de la interrupción voluntaria de embarazo y pedir por su legalización.

- Testimonios de lo que hace la clandestinidad.

“No soy pañuelo verde ni celeste”, aclara a Página/12 Guida. Oriundo de Rosario, es médico de planta del Hospital Regional de Ushuaia hace 24 años. No es el único que le pone rostro a la campaña. También Yolanda Bertazzo, ginecóloga de San Luis. “Paula se quedó sin útero y sin un riñón. Nunca podrá ser madre”, es la frase que acompaña su foto en una de las gigantografías que sorprendieron en calles de Rosario, Mar del Plata, Mendoza y Jujuy. Tanto Guida como Bertazzo son jefxs del programa de Salud Sexual y Reproductiva en sus provincias.
Además de aparecer en los afiches, Guida y Bertazzo dan su testimonio en videos que forman parte de la campaña. “El aborto clandestino existe, que no lo veas, no quiere decir que no suceda”, dice Guida. Más adelante concluye: “considero que con la legalización de la interrupción voluntaria de embarazo estaríamos dando respuesta a miles de mujeres en el país”.

- Combatir la desinformación.

Junto a ambos médicos, afirma Guida, hay otros profesionales de la salud de hospitales públicos y privados que están apoyando la campaña –aunque sin dar la cara todavía--. La iniciativa no se identifica con el color verde ni fue elaborada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.

- ¿Por qué decidió poner su rostro para reclamar la legalización del aborto?

- Soy jefe provincial de Salud Sexual y Reproductiva desde 2010. Hace casi diez años que trabajo desde la prevención. Pero las situaciones de aborto clandestino me atravesaron en toda mi carrera. Hace 28 años que hago esta especialidad y nunca hubo cambios normativos en relación al aborto en todo este tiempo. Lo que si hubo, son mujeres que murieron o quedaron con secuelas. Todos deberíamos poner nuestro granito de arena para cambiar esa situación. El proyecto de nuestra campaña es contar entre todos las experiencias que hemos tenido al atender mujeres que llegan con abortos clandestinos. La que viene de la clandestinidad no te lo dice, te lo niega, porque tiene miedo. Y si uno tiene la sospecha de que el útero está infectado, se lo tiene que sacar. Esa es la cruel y triste realidad. Porque si no, se puede morir con una infección generalizada. A todos nos pasó lo mismo. Estamos preocupados por la desinformación que circula, las fake news en torno al aborto. Yo no soy pañuelo verde. Tampoco me identifico con los celestes. Soy médico y mi trabajo es garantizar la salud a quien la necesite. Yo garantizo los derechos sexuales y reproductivos. También en el hospital soy el referente en reproducción médicamente asistida.

- ¿Vio mujeres morirse como consecuencia de abortos inseguros?

- Adelante mío deben haber muerto una veintena de mujeres sin ni siquiera conocerles el nombre. Yo sé lo que quiero que no ocurra más con una mujer que no quiere tener un embarazo. Eso no lo queremos. A quien se identifique con el pañuelo celeste no le vamos a cambiar su manera de pensar. Pero queremos ofrecer información clara, concisa, para que quienes tienen dudas, puedan sacar sus propias conclusiones.

- Historias reales.

La historia que resume Bertazzo en la gigantografía es la de una joven que llegó al hospital en un estado muy grave y que se fue a su casa viendo dañado para siempre su órgano reproductivo.

“Cayó con tan mala suerte, que se recontra infectó, tuvimos que hacerle una histerectomía, me acuerdo que estuvo gravísima, en diálisis, casi pierde el riñón, casi se muere, por suerte se salvó, pero se quedó sin útero y con un riñón insuficiente. Son muchas las consecuencias de los abortos clandestinos”, cuenta la médica de San Luis en el video.

La campaña (que puede verse en salvemosmilesdevidas.org ) incluye un spot que reproduce una conversación en una cena familiar, donde una hija adolescente intenta sensibilizar a su padre, que está en contra de la legalización del aborto, de la necesidad de reformar la ley.

Como parte de la campaña, se invita a médicos y médicas a subir sus propios videos caseros a la página web contando las situaciones que les han tocado enfrentar con pacientes que habían tenido un aborto inseguro en la clandestinidad.

Guida y Bertazzo coinciden en que una ley que permita la interrupción voluntaria del embarazo sería clave para igualar el acceso a la salud pública y evitar “más dolores” en familias de todo el país.

(Mariana Carbajal, Página 12)

Espiritualidad 'pija' (Marc Giró)

Los pijos viven aterorrizados por la posibilidad de que su riqueza les impida entrar al reino de los cielos. Siempre tienen presente que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que bla, bla, bla. Ahora bien, si este miedo fuera un poco más consistente, se desprenderían de las posesiones y, como san Francisco y santa Clara de Asís, harían voto de absoluta pobreza. Pero no, prefieren retener botín ( "Virgencita, que me quede como estoy") e ir haciendo y deshaciendo como siempre. Fían la salvación eterna a la oración, y aquí (en el jardín del chalé, en la pista del club, en el palco del teatro) paz y después gloria.

La caridad -cristiana, claro- está a la orden del día y no es raro que un sábado por la tarde alguien de la noble familia que nos ocupa se excuse tras el café y el puro (que no perdona) para ir a cumplir con la ineludible y reconfortante acción católica como voluntario en un albergue del casco antiguo.

Los ejercicios espirituales en forma de peregrinación a Medjugorje o de hospitalidad a Lourdes también funcionan. Ahora se han puesto de moda los refugios de Emaús, donde las almas pijas encuentran consuelo a la desazón que les provoca su comodísimo destino gracias a jóvenes sacerdotes de alzacuellos preconciliar que les garantizan con voz melosa que Dios les tendrá en cuenta y que son buenísimas personas. Los más temerosos optan porque su influencia y finanzas las gestione directamente el Opus Dei, que se encarga de organizarles todo, igual que hacen los agentes con las estrellas de Hollywood.

Muchos cachorros pijos, antes de ingresar en la universidad o en los primeros cursos, ocupan uno de los dos meses de verano (el otro en Menorca) yendo a África a construir con sus propias manos una escuela. Cuando vuelven lo hacen renovados y te lo explican con detalle mientras la criada sirve en cubierta una ensalada de pasta ("Porque mira, yo a Samira le pido que para el picnic del barco no se complique, que haga cosas de verano, tortillas de patata, gazpacho, ensaladas de arroz o pasta, lo típico que a todo el mundo le gusta, no hace falta liarse con experimentos. Le digo: «Samira, ¡que estamos de vacaciones!» ¿Te ha CONTADO ya Puco su super viaje a África con los negritos necesitados? Ha vuelto más hombre, ¿no te parece?, con la mirada más limpia ".)

Cuando llega septiembre es habitual cruzarse con alguna niña bien en plaza Francesc Macià (ella todavía la llama 'Calvo Sotelo') y que, tras el MUAC-MUAC y el "Qué morena estás, puñetera" de rigor, a la pregunta "¿Qué tal el verano? ¿Has estado en Cadaqués?" ella conteste:" Bua, brutal, he estado en la India en un 'viaje' que organizaba 'el padre' Ángel. Al principio dudaba porque a mí me encanta Cadaqués, nos encontramos todos en la torre y viene Ricky con las niñas de Londres y el barco y tal... Pero mira, al final mamá insistió y como yo estaba Pochita por aquello del Jaime 'me vai animar'. Vuelvo como nueva, he aprendido un montón. En estos lugares te encuentras a ti misma, y entiendes lo privilegiada que eres, ¿verdad? Ahora tengo otras prioridades. Si tienes la oportunidad, tienes que ir, te lo digo".

Después, la renovada niña bien añade que esa gente (se refiere a los indios, claramente) tienen "una paz interior, una tranquilidad y una alegría de vivir espectaculares", y añade "sin tener nada". Constatar este hecho, que no tienen nada pero están estupendamente, hace que al volver no se plantee hacer nada para ayudarles pero sí algo para ayudarse, una vez más, a ella misma. La niña bien quiere descubrir cuál es la fórmula de la tranquilidad tercermundista y cómo se puede aplicar a su caso: sería la pera encajar la paz interior de aquellos desgraciados con su brillante 'modus vivendi', ¿verdad? Según ella, la experiencia la ha cambiado "profundamente" (lo dice dos veces para que te quede claro), y debe tener razón que el cambio es profundo porque en la superficie dirías que sigue siendo la misma: la misma que hace sonar las pulseritas de oro moviendo levemente sus finísimas muñecas, la misma que sigue aireando la cabellera peinada en Víctor Toro y la misma que lleva la vida atribulada de siempre. "Te dejo, cariño, que tengo que ir al abogado a firmar algo que me ha pedido papá y luego a encargar unas telas en Gancedo. Bye, MUAC. ¿Nos vemos en el Polo? Yo hace que no voy tres meses ... Claro, con el verano de por medio, imposible".

(Ara)